jueves, 26 de junio de 2008

Recopilación de datos: aspectos técnicos




Espejos

La reflexión tiene lugar en superficies lisas, las cuales no dispersan la luz que incide sobre ellas sino que la devuelven concentrada. La dirección que adquiere el rayo reflejado se deriva de la ley de reflexión: El rayo incidente, el rayo reflejado y la normal a la superficie del espejo se hallan situados en un plano; además, el ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión (figura 11.1)

Espejos planos

De un objeto cualquiera parten rayos luminosos en todas direcciones. Cuando un haz de rayos de esta clase es reflejado por un espejo plano, después de la reflexión los rayos siguen tendiendo a separarse; en consecuencia ya no se vuelven a reunir y no dan, por tanto, ninguna imagen real, sino que se ven como si procedieran de un lugar situado detrás del espejo, a saber, de la imagen virtual del objeto en cuestión. La distancia que hay entre dicha imagen virtual y el plano del espejo es la misma que, simétricamente, separa a éste del objeto.

Espejos esféricos

Si imaginamos la superficie de una esfera dividida en minúsculas porciones casi planas, el radio resulta entonces perpendicular a estas porciones; por consiguiente, la ley de reflexión que vale para los espejos planos se puede aplicar también a un espejo cuya superficie sea esférica. Así, pues, un rayo que pase por el centro de curvatura M se reflejará coincidiendo con su dirección original. Además, después de reflejados, todos los rayos tienden a reunirse formando siempre con el radio un mismo ángulo. En particular, los rayos que inciden paralelos al eje principal van a reunirse en un punto de éste situado exactamente en el punto medio de la distancia que hay entre el centro de curvatura y el espejo; dicho punto constituye el foco F del espejo. Por lo tanto, la distancia focal es igual a la mitad del radio de curvatura. Recíprocamente, los rayos que pasan por el foco se reflejan paralelos al eje principal. En la figura 11. 2 se muestra la construcción de imágenes en un espejo cóncavo (espejo convergente). Para el cálculo se aplica la fórmula: 1/g + 1/b = 1/f = 2/r (g = distancia del objeto al espejo; b = distancia de la imagen al espejo; f distancia focal =1/2 del radio de curvatura r). En los espejos convexos (espejos divergentes) se forma una imagen virtual situada detrás de ellos; en la fórmula, la distancia focal y la de la imagen al espejo son en este caso negativas.

Aplicaciones de los espejos:

Los espejos retrovisores de los coches (ejemplo 1) son espejos divergentes que dan una imagen virtual y reducida de una parte del panorama que se halla detrás del conductor. Los espejos para el afeitado (ejemplo 2) son cóncavos y el sujeto se sitúa frente a ellos dentro de la distancia focal, de modo que puede observar en el espejo su imagen virtual, derecha y ampliada.